Y yo te digo que me mires;
que me veas y me observes.
Pero eso, no se ha de pedir,
aunque en pedir no haya engaño.
Entonces varo en la existencia.
Que sin tus miradas,
me ausento.
Quien soy yo sin espectador.
Sin tus besos
ni reproches
Un alma exploradora
Que no se haya, ni se toca.