Anoche todo se desplazo.
Mis caderas, mi útero.
Mis creencias.
La vela flameaba según mis movimientos
en mi piel desnuda.
Y a ratos en el candor silencioso
vi mi futuro.
Y a ratos en el candor silencioso
vi mi futuro.
Sin la anestesia alucinatoria
de ninguna de tus drogas.
de ninguna de tus drogas.
Volé por los tejados
de mi habitación;y palpe mi ciudadela
conspirar contra ellos,
ustedes.
Los dueños del mundo,
que no poseerán jamas esas calles,
aquellos bosques
ni estos ríos.
Ya no peleo mas y duermo.
Ahuyentando el humo de la vela que se apaga luego de morir,
junto a mi cama.