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Empapada de ácido lisérico;
quisiera verte dar el último respiro,
exhalando el último vapor de vida.
Solo a modo de declararte mi amor.
Palabras duras,
como si fuera a verte por ultima vez.

Solemos despedirnos mil veces cuando somos engañados por el cambio.
No es acaso cierto que morimos de tanto en tanto.
Tengo siete vidas.
Sumergida siete veces, en siete acidos.
Siete viajes y dos extasis.

Aún viva y conciente.
Por eso cada semana
odio los lunes y los domingos en la tarde.
-A los que no saben guardar secretos
y a los que abusan de ellos-.
Odio que siempre termines besando a otra chica cuando bailas a mi lado.

Siete son los dias
Siete son los pecados
Siete mis vanidades.
Si solo fueran siete los domingos
-suspiro-
y olvidar.