Algunos la tienen en la muralla
Dentro del closet
O debajo de la mesa
Guardan sus posesiones máximas
Para que nunca sean tocadas por manos extrañas
La clave es todo un asunto y abrirlas todo un rito
la cmbinacion perfecta e indescifrable
solo tu, ella y la oscuridad
cuando todos cenan
Cuatro a la derecha clic
enero
Cuatro a la izquierda clic
febrero
La mía la llevo dentro
Soy yo misma una caja fuerte
Mis tesoros son valiosos
Pero no tanto como para resguardarlos tanto
Yo se los daría a cualquiera
Pero olvide mi propia combinación
Algo tiene que ver con la mirada
El latido acelerado
O el dolor de panza
Quisiera tirarla al río
regalar aquello que no quiero poseer mas
Las posesiones son para lo que quieren vivir para siempre y tener todo
Yo solo quiero vivir Sin tener mas lugares para guardar cosas
Friday, December 29, 2006
Thursday, December 14, 2006
Faz
A nadie le importan las caras, pocos son los que las recuerdan con solo verlas un par de veces, -a menos que ese rostro cause algo en el que mira, mas allá de su belleza o rareza-. Me encantan las personas que tienen esa cualidad de reconocer un rostro; el ser fisonomistas. Porque andar por la vida sin mirar a la cara me parece aburrido. Yo me desconcentro con los rostros, tanto así que la gente me debe encontrar una sapa. Mi gusto y placer por mirar la diversidad, viene de una vieja adicción de querer saberlo todo de todos
–o por lo menos de algunos- claro que, sin me lo digan literalmente –bueno aveces, depende-. Me gusta descubrir, deducir y leer lo que una persona es y piensa a través de lo que dice, por medio de su cuerpo, sus movimientos, sus reacciones, sus voz y su rostro. Así se si una persona me gusta o no.
Aveces quisiera ser invisible para poder mirar a la cara a cada persona que veo en la calle. Los rostros son muy interesantes, hay una hermosura en ellos increíble, las facciones, y sus características, sus formas y por ende su carácter; la piel sus texturas, su color y su registro. Y los ojos, bueno, los ojos lo dicen todo, al mirar, al reaccionar, al pensar, al sentir. Además claro de cómo deseamos adornar todo aquello, el pelo, gran tema los peinados; los accesorios, aros, piercings, maquillaje, etc.
Junto a esta fascinación tengo una memoria fotográfica y pegajosa increíble, y si digo increíble es porque yo misma me he sorprendido; también debo admitir que con los años se ha vuelto un poco selectiva, la he entrenado y dirigido hacia esas personas que llaman mi atención –de todo tipo por demás, soy como ya he dicho, muy curiosa- pero esa atención por medios imperceptibles, que creo, poco tienen que ver con la observación, mas bien se relacionan con la intuición. Ya que no siempre recuerdo personas que me son indiferentes. En fin mi memoria es fuerte si hago un esfuerzo incluso puedo saber donde vi esa cara y cuando.
Todos los rostros tienen algo que decir aunque se repitan los parecidos. No voy a caer en esa mierda de que los seres y sus formas son únicos, porque no es así; creo fervorosamente que hay patrones y series. Pero un parecido físico no necesariamente esta apoyado por un parecido espiritual. Uno de mis juegos favoritos es el de encontrar los parecidos en la gente, quien se parece a quien, y en que se diferencian, o encontrar parecidos entre un amigo y un famoso.
La otra vez escuche por ahí que por ejemplo las caras de las mujeres tienen cuatro tipos básicos; la de caballo, la de chancho(que yo la cambiaria por ardilla), de gato, y la de ave. Me pareció divertidísimo y comencé a fijarme en su veracidad, fíjense:
Las chicas de sex in the city
Carrie tiene cara de caballo
Miranda tiene de chancho o de ardilla
Samantha de gato
Y Charlotte cara de ave
–o por lo menos de algunos- claro que, sin me lo digan literalmente –bueno aveces, depende-. Me gusta descubrir, deducir y leer lo que una persona es y piensa a través de lo que dice, por medio de su cuerpo, sus movimientos, sus reacciones, sus voz y su rostro. Así se si una persona me gusta o no.
Aveces quisiera ser invisible para poder mirar a la cara a cada persona que veo en la calle. Los rostros son muy interesantes, hay una hermosura en ellos increíble, las facciones, y sus características, sus formas y por ende su carácter; la piel sus texturas, su color y su registro. Y los ojos, bueno, los ojos lo dicen todo, al mirar, al reaccionar, al pensar, al sentir. Además claro de cómo deseamos adornar todo aquello, el pelo, gran tema los peinados; los accesorios, aros, piercings, maquillaje, etc.
Junto a esta fascinación tengo una memoria fotográfica y pegajosa increíble, y si digo increíble es porque yo misma me he sorprendido; también debo admitir que con los años se ha vuelto un poco selectiva, la he entrenado y dirigido hacia esas personas que llaman mi atención –de todo tipo por demás, soy como ya he dicho, muy curiosa- pero esa atención por medios imperceptibles, que creo, poco tienen que ver con la observación, mas bien se relacionan con la intuición. Ya que no siempre recuerdo personas que me son indiferentes. En fin mi memoria es fuerte si hago un esfuerzo incluso puedo saber donde vi esa cara y cuando.
Todos los rostros tienen algo que decir aunque se repitan los parecidos. No voy a caer en esa mierda de que los seres y sus formas son únicos, porque no es así; creo fervorosamente que hay patrones y series. Pero un parecido físico no necesariamente esta apoyado por un parecido espiritual. Uno de mis juegos favoritos es el de encontrar los parecidos en la gente, quien se parece a quien, y en que se diferencian, o encontrar parecidos entre un amigo y un famoso.
La otra vez escuche por ahí que por ejemplo las caras de las mujeres tienen cuatro tipos básicos; la de caballo, la de chancho(que yo la cambiaria por ardilla), de gato, y la de ave. Me pareció divertidísimo y comencé a fijarme en su veracidad, fíjense:
Las chicas de sex in the city
Carrie tiene cara de caballo
Miranda tiene de chancho o de ardilla
Samantha de gato
Y Charlotte cara de ave
Wednesday, December 06, 2006
Talentos
Era una caja de madera, aveces de carton.
Llena de barro, un barro negro de textura arenisca a la vez humedo,
aveces era profundo otras veces no.
Mis dedos jugaban aplanando su superficie constantemente
era importante que estuviese lisa
Lista para introducirle cinco monedas repartidas en su aveces profundidad
eran monedas antiguas gruesas
de material noble
Aveces eran redondas
Aveces como piezas de rompecabezas que calzaban perfectamente
cada una llevaba una inscripcion unica que representaba una unidad, un tiempo, un periodo, un estilo.
el rito era esconderlas bajo el barro,
esconderlas para mi
eso era todo
pero habia que hacerlo bien ceremoniosamente
en el momento preciso.
Nunca lo hice, pero las vi enterradas asomadas
como un mal chiste arruinado.
Me acorde de la parabola del talento que hay en la biblia, la historia del padre que les reparte dotes a sus hijos
uno se la gasta
el otro la invierte
y el otro la guarda
el que la invierte la doblega...el hijo prodigo
cinco talentos bajo el barro
escondidos bajo el barro
Llena de barro, un barro negro de textura arenisca a la vez humedo,
aveces era profundo otras veces no.
Mis dedos jugaban aplanando su superficie constantemente
era importante que estuviese lisa
Lista para introducirle cinco monedas repartidas en su aveces profundidad
eran monedas antiguas gruesas
de material noble
Aveces eran redondas
Aveces como piezas de rompecabezas que calzaban perfectamente
cada una llevaba una inscripcion unica que representaba una unidad, un tiempo, un periodo, un estilo.
el rito era esconderlas bajo el barro,
esconderlas para mi
eso era todo
pero habia que hacerlo bien ceremoniosamente
en el momento preciso.
Nunca lo hice, pero las vi enterradas asomadas
como un mal chiste arruinado.
Me acorde de la parabola del talento que hay en la biblia, la historia del padre que les reparte dotes a sus hijos
uno se la gasta
el otro la invierte
y el otro la guarda
el que la invierte la doblega...el hijo prodigo
cinco talentos bajo el barro
escondidos bajo el barro
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