Debia ir a dejar una pelicula al videoclub, hacia un tiempo que no salia a andar en bicicleta. Hoy queria despertar luego de las tres siestas que me provoco la puta pelicula, que ni siquiera termine. Y odio dormir siesta. Una noche en la tierra de Jim Jarmusch, cuatro ciudades, cuatro taxis, cuatro taxistas, muchos cigarros y la noche como escenario...y no hubo caso.
De pronto bajando raja por la calle con el pelo al viento y el solo en los ojos, todo se detuvo; la calle se acabo y se convirtio en tierra y picadillo de tierra y piedras sueltas. Me baje de la bicicleta con la rueda al filo de la nueva y acabada calle, levante la mirada hacia el horizonte, me cubri los ojos y respire. La calle se habia vuelto un mar de silencio , y aunque a lo lejos se divisaba el trafico, ese pedazo de ciudad, de calle, de ex suburbio detenido por la construcciones (que dejan la calle excatamente igual a como estaba antes) se convirtio en un oasis, el viento soplaba, la luz brillaba...y todo parecio tan claro. me transporte a mi nunca jamas ... claro hasta que un perro ladro.
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